Leí, no hace mucho en una revista que, un destacado ingeniero y escritor declaraba que los libros que escribía serían su legado.
Dos pensamientos me vinieron a la mente en aquel momento pero nunca los había compartido aquí. Le adelanto que, lo que sigue está totalmente desprovisto de originalidad.
La idea de legado
El primer pensamiento es la idea de legado. Esto es, el hecho de pensar que, además de lo material Ud., en algún momento, reflexiona sobre la minúscula huella que desea dejar para los demás. Digo ésto, en la interpretación más humilde que las palabras que elijo permiten. De modo que luego de la reflexión, en algún momento debe llegar la acción.
Escribir uno (o varios libros), de cualquier índole, suena genial, pero es claro que no es para cualquiera. No por la medida del éxito, sino por el esfuerzo en términos de tiempo y dinero que significa.
De modo que, en lugar de escribir uno o muchos libros, las plataformas como éste mismo blog permiten, comparado con escribir libros, publicar de forma gratuíta. Esto último es una ventaja hasta cierto punto. Piense en su blog, por poner un ejemplo, dentro de diez o viente años. ¿Estará disponible cuando nadie lo pueda mantener?. Hay muchos problemas técnicos asociados a que lo anterior no sea posible y Ud, si tiene algunos años, los conoce. ¿Recuerda los diskettes?¿Los CD´s?.
Escribir en libretas es más seguro
Como ya debe haber notado conservar la información digital continúa siendo un problema. Este es, el segundo pensamiento, que no tiene nada de original.
A todos los efectos de evitar el problema anterior, empleo las libretas Moleskine sobre las cuales escribí aquí. Será ineficiente el proceso de tomar notas a mano para luego escribirlas en el blog, pero como todo cuaderno de notas, no hay duda de que sí pueden ser leídos en decenas de años futuros.