Leer, Escribir y Pensar – Parte IV

Me voy a referir en esta breve nota a un pendiente que tengo y que aun no es muy popular entre la gente que me rodea. Los audiobooks. Esto es lógicamente un granito de arena sobre la lectura, por ello, aunque no merezca ser un post en sí mismo, dejo aquí estas notas que tienen una anécdota que no conocía y re-leí en The Little Guide to your well-read life.

Leer con las orejas

Los libros hablados existen desde 1931. Se leen en los autos desde la década de los 70 donde comenzaron a existir las caseteras. Probablemente las radios de la época no tuvieran el contenido que tienen hoy día.

De alguna manera es una tradición que siempre existió, porque siempre ha habido gente que ha pagado para que le lean y porque antes del libro la tradición siempre fue la oral.

En cierto punto de la vida, probablemente pasando los 30 o los 40, cuando uno está establecido (puesto que antes de esto es probable que haya empleado toda su energía en establecer su carrera), Ud. puede «descubrir» otro lado de la vida que necesita desarrollarse. La vida intelectual. En edades tempranas la motivación principal es la económica. Es posible que luego la motivación sea el conocimiento.

No esta demás decir que, lo más probable, es que aquellos que consumen audiobooks, lean más libros que aquellos que consumen exclusivamente libros físicos.

El Conde de Montecristo, otra vez.

Los fabricantes de habanos contrataban lectores de tabaquería. Gente que le leía libros a los trabajadores mientras confeccionaban habanos. Uno de los libros más populares fue el Conde de Montecristo.

Los habanos más famosos del mundo tienen su nombre luego que los trabajadores solicitaran permiso al autor para nombrar los habanos con el nombre del personaje de Alejandro Dumas.

Es algo que tengo que probar

Muy a pesar de que me falta mucho tiempo para poder asignar a la lectura, como le debe pasar a muchos que estén vinculados estrictamente en una industria (y no, por ejemplo, con dedicación total en la academia) no he consumido audiobooks. Suena a una solución perfecta para las tareas rutinarias, para los tiempos perdidos. Este es, tal vez, un recordatorio de que es un debe que tengo que resolver.

 Esta serie de notas está compuesta por:

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