Estudiar sin pensar, es tan inútil como pensar sin estudiar.
–Confucio.
Estas notas tomadas rápidamente en mi teléfono pretenden formar parte de la serie «Leer, escribir y pensar».
Si está interesado en revisar esas notas estos son los links:
- Parte 1 – Leer, Escribir y Pensar
- Parte 2 – Leer, Escribir y Pensar
- Parte 3 – Leer, Escribir y Pensar
- Parte 4 – Leer, Escribir y Pensar
Estoy revisando nuevamente un pequeño libro de 144 páginas que me ha costado más incorporar que largos volúmenes de más de 400. Más allá de lo obvio, siempre me impresiono cómo es posible condensar tanto conocimiento en muy pocas páginas. Hay muchos ejemplos de lo anterior que vienen a la memoria.
Pensando en papel
El libro que estoy visitando nuevamente es «Thinking on Paper«. Escribí una primer parte mientras estaba de vacaciones en Buenos Aires según las notas de una Moleskine del año 2014.
Me pareció apropiado decorar las notas con una cita del filósofo chino Confucio, extraída convenientemente de mi colección.
Segunda Parte del Libro
La segunda parte del libro está destinada a proveer guía sobre un problema complejo. Como razonar y argumentar a la hora de escribir. Todos queremos entender el mundo que nos rodea y nuestras propias experiencias, sin embargo, el solo deseo o la curiosidad no proporcionan una forma de razonar o evidencia suficiente para entenderlo.
Muy a menudo el deseo de entender algo es satisfecho mediante ideas pre-concebidas, pre-conceptos, pre-juicios y otro «pre». En suma, nuestros hábitos de pensamiento pasados nos ofrecen guía para muchas situaciones. Aquí estamos interesados en el razonamiento abierto al escrutinio y la critica que además descansará sobre argumentos sólidos. El razonamiento entra en escena cuando nos encontramos con algo nuevo, poco familiar abstruso o lisa y llanamente un problema.
De modo que, cuando se nos quiebra el hábito anterior ante una nueva situación sólo nos resta razonar o entrar en pánico. Otro nombre asociado a esto de razonar es el pensamiento crítico.
Razonando mediante preguntas
Esto es bien conocido por todos. Hábitos de pensamiento que nos son familiares pero no emergen al consciente de forma tal de aplicarlos de manera sistemática. El primer paso para pensar de forma clara es preguntarnos qué pensamos nosotros y porqué. Estas dos preguntas toman diferentes formas y aplican tanto a lo que leemos, pensamos o escribimos.
De modo que una secuencia de preguntas a tener en cuenta es qué, porqué y porqué no. El qué se puede subdividir en problemas, métodos o soluciones.
Cuando reflexionamos sobre un tópico nos podemos preguntar que desde tres diferentes ángulos.
¿Que es tal cosa?, ¿Cual es el mejor método para, por ejemplo, resolverlo? Y ¿En que consiste la solución optima? (el termino problema es deliberadamente vago, pues aplica a cualquier cosa incluyendo el tópico principal al cual nos podemos querer referir).
La pregunta porque se refiere a las razones, evidencia y argumentos (los cuales pueden superponerse entre si). Lo anterior ayuda a focalizar el pensamiento en dar suporte a, por ejemplo, una posición o punto de vista. Por ejemplo, el hecho de que las ganancias estén creciendo puede ser evidencia de que una política de gestión este funcionando.
Con lo anterior, no mucho puede criticarse de una posición hasta que comprendemos cual es el punto de vista y porque es sostenido. Una vez que lo anterior es claro estamos en posición de proponer objeciones o responder a la pregunta de porque no.
El porqué no, aunque negativo en su formulación es poderoso. Esto también es formulado como criticismo constructivo.
Como es lógico suponer no todas las narrativas tienen que consistir en tesis y defensa asociada. Sin embargo es Bueno anticiparse a los retos que otros puedan plantear. En esto consiste el plantearse el porque no. Se puede retar por múltiples ángulos, por ejemplo, términos y definiciones, empleando contra ejemplos,etc.
Las preguntas anteriores están vinculadas con las funciones lógicas que desempeñan la inducción y la deducción. Hemos escrito sobre ésto antes.
Todo lo anterior es sencillo en teoría, en la práctica no lo parece tanto. De cualquier manera, saber lo anterior, hace la diferencia.