Un aspecto que aún no hemos mencionado sobre escribir novelas es la elección del punto de vista
Narrar en primera persona
Un narrador en primera persona es un personaje de la historia que supuestamente ha sido testigo de los hechos. Los cuenta desde su punto de vista. Por ejemplo el inefable Adso de Melk del Nombre de la Rosa.
«Ya al final de mi vida de pecador, mientras canoso y decrepito como el mundo, espero perderme en el abismo de la divinidad desierta y silenciosa, participando así de la luz inefable de las inteligencias angélicas, en esta celda del monasterio de Melk (..).»
El detective puede ser el narrador de la historia o bien puede serlo el acompañante del mismo, como el famoso Dr. Watson en las historias de Sherlock Holmes.
Si la memoria no me falla, hemos anotado algo sobre el homenaje de Umberto Eco a las novelas policiales y a Jorge Luis Borges.
Narrar en tercera persona
Lógicamente el autor es el narrador. El autor es un testigo desinteresado en comparación a narrar en primera persona. El autor no debe dar opiniones cuando está escribiendo en tercera persona, por ejemplo, de los actos de tal o cual personaje. Hay varios tipos de terceras personas. La narrativa puede estar cerca de los personajes, por ejemplo, revelando los pensamientos de los mismos o distante, en cuyo caso describe los pensamientos pero no los anota literalmente.
Elegir la forma de narrar (primera o tercera persona) es una especie de contrato que el escritor establece con el lector.
No es asunto menor poner lo anterior en práctica.
Más sobre éstos temas en otra nota.