Hay formas de codificar que son bizarras por naturaleza. He aquí, al menos, una.
El código de puntos
Imagine dos cintas de papel (una para Ud. y otra para el destinatario del mensaje) con un alfabeto impreso, inicialmente puede estar ordenado, pero bien podría estar transpuesto. Con hojas que contengan líneas puede hacer lo siguiente: Suponga que quiere enviar un mensaje con la palabra APPLE. Para ello, puede disponer la cinta de papel debajo del primer renglón (o linea) y hacer una marca encima de la «A» de Apple, luego desplaza la cinta un renglón hacia abajo, busca la «P» de apple y hace una nueva marca, por ejemplo un punto (o un agujero) y continúa el procedimiento hasta finalizar su mensaje.
Lo que parece interesante de esta método bizarro es lo siguiente:
Una vez que haya marcado todos los puntos, estos se pueden disimular conectando los mismos. Lo anterior bien puede ser parte de un mapa, un diagrama o lo que su imaginación indique.
Lo primero que me vino a la mente fue emplear una pintura famosa para codificar un mensaje empleando la misma como lienzo para transmitir el mensaje, digno de una novela policial, aunque como todas las primeras ideas, no es muy original.
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