Se me dió por hacer algo inusual que proviene de avenidas laborales: dibujar. En alguna que otra ocasión tengo que meditar (a la velocidad y tiempos que las empresas requieren) sobre asuntos que no son del día a día. O bien me veo involucrado involuntariamente en asuntos que pueden cambiar el rumbo de la industria como «proponer ideas para decorar los inodoros» o en algún grupo de trabajo.
Para lo anterior, tomo mi propia computadora que me permite bosquejar cosas en segundos y compartirlas de forma digital (es una Microsoft Surface).
De allí que tomara la computadora para bosquejar con el lápiz electrónico la anotación de abajo. Me gustó hacerlo, de modo que es posible que continué haciéndolo (muy a pesar de la notable falta de talento).